Cuando la vida se vuelve estresante, ¿recurres a comer para sobrellevar la situación? Comer por estrés es una lucha común entre nuestros pacientes, e incluso hay una explicación biológica para su incapacidad para controlar su apetito cuando está estresado.
Cuando experimentamos estrés, nuestros cuerpos liberan las hormonas adrenalina y cortisol en un intento de lidiar con ese estrés. Los niveles de adrenalina vuelven rápidamente a la normalidad, pero los niveles de cortisol pueden tardar más en normalizarse después de la liberación de esta hormona. Desafortunadamente, el cortisol también es un estimulante del apetito.
¿Cuál es la relación entre el cortisol y el hambre? El cortisol estimula el metabolismo de los carbohidratos y las grasas. A su vez, la insulina se libera en el cuerpo. El aumento de los niveles de insulina estimula el hambre, que se satisface fácilmente con alimentos con alto contenido de grasa, azúcar y almidón.
Si comer (especialmente alimentos poco saludables) es su respuesta al estrés, el aumento de peso es inevitable. La buena noticia es que se puede prevenir el aumento de peso relacionado con el estrés. Estos son algunos consejos para hacer frente a su estrés de una manera saludable.
1. Ejercicio. Cuando haces ejercicio, tu cuerpo libera hormonas para “sentirte bien” llamadas endorfinas. Las endorfinas reducen los niveles de cortisol y ayudan a reducir el estrés. Dedique al menos 30 minutos al día a hacer ejercicio para ayudar a combatir el estrés. Cuando el tiempo lo permita, haga ejercicio al aire libre para tomar aire fresco y equilibrarse.
2. Elimina las tentaciones. Mantenga su refrigerador y alacenas abastecidos con alimentos saludables, como frutas, verduras, nueces y fuentes saludables de proteínas. Las galletas, las papas fritas y otros alimentos chatarra con alto contenido de grasas, calorías y azúcar solo lo tentarán en momentos de estrés.
3. Medita. Aquieta tu mente y respira profundamente. Las investigaciones muestran que respirar profundamente con el diafragma y reducir la respiración a cinco respiraciones por minuto afecta el nervio vago, que controla la frecuencia cardíaca, la función intestinal, los patrones mentales, el estado de ánimo, el asma y más.
4. Encuentra un pasatiempo. Aprovecha tus talentos. ¿Cuáles son las actividades que te equilibran y te hacen feliz? Tal vez sea pintura, jardinería, lectura o baile. Sea lo que sea, haz tiempo para disfrutar de tus pasatiempos.
5. Pasa tiempo de calidad con tus seres queridos. No hay mejor manera de relajarse y desestresarse que pasar tiempo con las personas que amas. Pase más tiempo con aquellos que llenan su taza con sentimientos positivos, en lugar de personas cuya negatividad es un drenaje para sus emociones.
6. Deténgase y piense antes de comer. Antes de comer, tómate un momento para preguntarte, ¿esta comida me hará sentir mejor? Sopesa las consecuencias positivas y negativas de lo que estás a punto de comer. Si es algo de lo que te arrepentirás, devuélvelo y elige un refrigerio más saludable, o elimina el estrés con una de las tácticas anteriores.